El Sector de Sanidad de la Federación UGT Servicios Públicos ha criticado hoy "pactos paralelos" en la sanidad pública, como el suscrito por el consejero de Salud de Cantabria, César Pascual, y el sindicato CSIF, que "no deja de ser un acuerdo bilateral al margen de la mesa sectorial de negociación sin transparencia sobre su contenido, impacto económico ni aplicación efectiva sobre los profesionales del Servicio Cántabro de Salud (SCS)".

Así lo afirma en una nota de prensa, el secretario de UGT-Sanidad en Cantabria, Fernando Carmona, que rechaza que "el acuerdo se ha presentado como pacto histórico para supuestamente saldar una deuda pendiente entre la propia Consejería de Salud y CSIF, tras su exclusión inicial en el Pacto por la Sanidad que luego se transformó en acuerdo".

"El consejero de Salud de Cantabria "reconoce que el nuevo pacto reproduce en gran medida acuerdos previos, aunque más amplio y con matices, evidenciando que no se trata de un avance estructural", recalca Carmona, que recuerda que "en 2024 aquel pacto respondió claramente a intereses electorales y fue ampliamente difundido; y en esta ocasión, UGT desconoce a qué intereses responde".

El responsable autonómico de UGT-Sanidad agrega que "el pacto anterior contenía una subida salarial desigual: 440 euros en cuatro años para facultativos frente a 60 para celadores, motivo por el cual UGT no lo firmó"

"Además, aquel acuerdo también derivó en la modificación de la Ley de Simplificación Administrativa, reconociendo los complementos de atención continuada (CAC) durante la incapacidad temporal solo al personal médico, generando recursos y conflictos aún pendientes de subsanación por el Parlamento y el Gobierno de Cantabria", subraya Carmona.

El sindicalista subraya que el acuerdo "incorpora el reconocimiento del trabajo fuera de la jornada ordinaria y de la jornada extraordinaria, así como el cómputo de los sábados como festivo en guardias médicas; aunque habría que preguntarse si estas medidas beneficiarán a todos los trabajadores que prestan servicio en sábado o solo al personal médico, lo que evidenciaría nuevamente un trato desigual".

"No se conocen los términos concretos, el calendario ni la repercusión económica del acuerdo, lo que impide una valoración más rigurosa", añade el secretario de UGT-Sanidad en Cantabria, que reitera su oposición a que "el acuerdo se presente como una demostración del talante negociador del Gobierno cuando cualquier acuerdo bilateral vacía de contenido la Mesa Sectorial de Sanidad, impide corregir desigualdades y excluye a parte de la representación sindical".

"Es más, la negativa a reunirse con UGT evidencia la falta de voluntad real de diálogo", precisa Carmona, que reafirma la postura de su sindicato de "no participar en acuerdos que fomenten desigualdades, dividan a los trabajadores o beneficien solo a algunos; la voluntad negociadora de UGT se centra en la igualdad, la cohesión de la plantilla y la defensa del sistema sanitario público".

El secretario de UGT-Sanidad en Cantabria exige a la Consejería de Salud que "abandone los acuerdos paralelos, cumpla los compromisos de la Mesa Sectorial de Sanidad y convoque una negociación real, global y transparente, avanzando hacia un sistema sanitario cohesionado, justo y basado en derechos laborales iguales para todos".